Un viaje al jardín del Edén junto al pequeño Dior.
Cada temporada Dior Maison presenta sus ediciones especiales con piezas únicas inspiradas en los lugares y las temáticas que más apasionaban al diseñador Christian Dior, una especie de tributo a sus memorias.
El pasado febrero se presentó la colección de San Valentín con una serie de objetos bañados en romance, más adelante una colección inspirada en los diseños plasmados por de Maria Grazia Chiuri para la primavera-verano 2020 donde Cordela de Castellane directora creativa de Dior Maison reinterpretó el arte de celebrar a través de un mundo floral lleno de lujo, hasta la colección Copacabana la cual celebra la fascinación de Christian Dior por Brasil.
En su última creación Castellane nos cuenta la historia detrás del Lirio del Valle, la flor predilecta del icónico couturier . A muy temprana edad Dior cultivó una pasión por esta flor gracias a su madre con quién disfrutaba de su estadía en la casa de su familia en Granville la cual contenía un jardín digno de eludir al Jardín del Edén.
Esta flor más delante se convirtió en un su amuleto de la buena suerte, y la plasmó en sus diseños integrándola en los ojales de sus prendas o bordándola con gemas preciosas en sus diseños de Alta Costura, siempre de manera muy discreta. Más adelante la silueta icónica del vestido Muguet, reflejó textualmente la caída en forma de campana del Liro del Valle e incorporó la esencia de la flor en algunas de sus fragancias incluyendo Diorissimo, una esencia que evoca a un ramo de primavera.
Como un símbolo de pureza y alegría que anuncia la llegada de los días de calor, el Lirio del Valle adorna la colección de temporada creada por Castellane, la vajilla de porcelana, algunos accesorios decorativos, las copas, las garrafas y vasos están rociados por la primavera capturando la buena fortuna del arte de vivir y celebrar la naturaleza.
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